¿Se puede olvidar a alguien?. ¿Cuál es el secreto?. A mi parecer no
existe el "borrón y cuenta nueva". Yo creo que la vida es un constante
duelo, lo que varía es la forma en la cual transitamos y experimentamos
el dolor. Aún frente a lo inevitable, decidir como encaramos la vida es
nuestra responsabilidad. Estamos solos, y con esa carga hemos de andar.
La alteración ocurre cuando lo ineludible nos hace confrontarnos con nosotros mismos, cuando frente a nuestras pisadas se abren diferentes caminos y, con ellos, diferentes personas aguardando para entrar en nuestra vida.
Yo siempre sentí que no sabía querer. ¿Hay una forma de
hacerlo?. No, hay infinidades maneras de querer, ya que cada vínculo es
único y hay miles y miles de ellos. Preservar el bienestar de esa
persona, ante todas las cosas, es la forma más pura de hacerlo.
Pero,
¿qué podemos hacer cuando esas personas ya no están en nuestra vida?.
¿Cómo sobrellevar sus ausencias?, ya sea porque su camino se desvinculo
del nuestro o porque encontró su fin antes que nosotros. Entonces es
ahí, cuando siento que el mundo se me da vuelta y me quiebro a la intemperie. Es cuando el abismo que
interfiere entre esa persona y yo, me deja vacía, con un dolor seco que
me golpea al despertar y un frío que me congela el alma hasta sentir que
quema. Y entonces entiendo que yo sé querer, y hacerlo es inevitable.
Por más que intente esquivarlo, que me escape, no puedo hacer nada contra eso.
¿Cómo lidiamos con ese vacío?. ¿Cómo transformamos las noches de insomnio,
las punzadas en el corazón y los ojos desgastados?... Creo que no hay
una forma. Estamos destinados a padecer todas las miserias que
conlleva querer a alguien.
La pregunta más importante sería: ¿Lo vale?. Y
francamente no lo sé. Cuando el dolor es insoportable, y no hay forma
de huir de él, yo no sé si lo vale. Es difícil encontrar una salida. Así, vencida, mirando al techo, el dolor se arraiga en mi pecho e inunda
mis ojos. ¿LO VALE?.
Y al final los recuerdo a todos, suspiro y empiezo a creer que sí... Sino,
¿qué caso tiene vivir en un mundo en el que nada vale la pena?. Vacío y
sin emociones.
Creo que el truco erradica en hacer que cada segundo con
esa persona valga la pena, cada risa, cada llanto, cada abrazo, cada
beso... hasta escuchar el sonido de su voz, porque sin importar lo que
pase después, es todo eso lo que va a permanecer con nosotros cuando nos encontremos solos, otra vez.
Entonces un nuevo quiebre nos parte el eje a la mitad: aprender a decir adiós, aprender a sonreír otra vez, quedarnos firmes mirando como eso que tanto apreciamos se va lejos, y aún así estar agradecidos porque pasó por nuestra vida. Entender que nada dura para siempre, que el cambio es ese empujón que nos hace crecer, que nada es definitivo y, como siempre digo, que la vida es impredecible.
Seguir adelante siempre es lo más
importante, de alguna forma es esa motivación, esa lucha constante que
te obliga a seguir para no ser uno más, derrotado por la vida. Y aunque nos sintamos vencidos, defraudados y quebrados, al menos tenemos una historia que nos dice de donde venimos y nos marca a donde queremos ir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario