Siento cada latido de mi corazon al compás de las agujas de un viejo reloj, es el tiempo que nunca me abandona, no me deja escapar al olvido, me persigue, no se detiene, no deja de trancurrir por encima de mi.
Arraza con mi vida, destruye mis memorias y absorve mi alma.
Ya no puedo huir de él, intento, y aún así, tropiezo con mis errores en el afán de retroceder en busca de un refugio en algún tiempo anterior, donde el actual no me encuentre. No me destruya.
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