Alone

Invisible, opacada por Soledad. Nadie me ve, nadie me viene a buscar, nadie me rescata.
Esa innecesaria desconformidad ante la propias elecciones se hace presente al primer paso en falso que me atormenta dar. Dudar, avanzar, temer, quedarme, decaer, retroceder, finalmente, equivocarme.
 Desconfiar de todo ante todo, estar sola, sumergirme en el vacio del olvido ante la memoria de cualquier ser que se canse de buscarme. Ya no me encuentran, ya no se puede, ya estoy perdida.
 Cualquier ilusión es imposible de visualizar, me invade la ceguera, mis ojos se cierran, estos ya no sirven.
 Ahi en lo mas profundo, dónde nadie me puede encontrar, arrazada, destruida, aplastada...sobrepasada de emociones, contradicciones, miedos, inseguridades que corrían tras de mi y terminaron por atropellarme.
Si la muerte es dolor y lidiar con ella, parte de la vida, estoy muriendo arrastrandome por vivir.
Robando oxígeno hasta dejar de sentir, hasta que la sangre se derrame, muero sola.
Soledad ganó, nadie me rescató de mi misma...

Bajo presión duele respirar.

 Siento cada latido de mi corazon al compás de las agujas de un viejo reloj, es el tiempo que nunca me abandona, no me deja escapar al olvido, me persigue, no se detiene, no deja de trancurrir por encima de mi.
 Arraza con mi vida, destruye mis memorias y absorve mi alma.
Ya no puedo huir de él, intento, y aún así, tropiezo con mis errores en el afán de retroceder en busca de un refugio en algún tiempo anterior, donde el actual no me encuentre. No me destruya.